La Torre Bellesguard es un precioso palacete que se encuentra situado en la ladera de Collserola, un lugar donde, antes del palacete, había un castillo que pertenecía a Martí l´Humà, un monarca catalán que reinó en el siglo XV.
Con el tiempo, el castillo quedó abandonado y algunos aseguran que entonces se convirtió en el refugio de Serrallonga, un famoso bandolero catalán.
La Torre Bellesguard no tomó la forma que actualmente tiene hasta 1900, que fue precisamente cuando comenzó a trabajar y moldear el viejo castillo abandonado tras un encargo que le realizó María Sagues Molins, viuda de Jaume Figueras. De hecho, a pesar de que se le conozca comunmente como Torre Bellesguard, su nombre oficial es Casa Figueras.
La torre fue levantada por Gaudí como homenaje al rey Martí l´Humà. Y un paseo por el palacete permite descubrir muchos rincones que recuerdan aquella época de esplendor y al mismo tiempo decadencia. Durante la guerra civil, la Torre Bellesguard se convirtió en horfanato. Y más tarde un oncólogo, el Dr. Guilera, la compró y la convirtió en su particular clínica. A día de hoy, sigue siendo propiedad de la familia Guilera.
A psar de que no se trata de una de las obras más conocidas de Gaudí, desde luego que merece la pena conoicerla y descubrirla, ya que no sólo es de gran belleza arquitectónica, sino que guarda tras sus paredes una apasionante historia.
