Nuevas Reglas en Barcelona: tasa turística más cara y recargo a cruceros de corta estancia

El Ayuntamiento de Barcelona ha presentado su proyecto de presupuesto y ordenanzas fiscales para el año 2024, marcando un hito en su historia al proponer un presupuesto de 3.735 millones de euros, el más alto hasta la fecha, con una asignación récord de 777 millones para inversiones. Estos presupuestos requerirán el apoyo de la oposición para prosperar, y su trámite iniciará en comisión el próximo 18 de octubre.

En este contexto, se destacan dos propuestas significativas: el aumento de la tasa turística y el recargo turístico a apartamentos y cruceros de corta estancia, así como la reforma de la tasa de terrazas.

Un Presupuesto Histórico

El proyecto de presupuesto para el año 2024 marca un hito en la historia de Barcelona, con una asignación de 3.735 millones de euros. Además, se destinarán 777 millones de euros a inversiones, lo que refleja un crecimiento constante en el tope presupuestario de la ciudad a lo largo de los años. Sin embargo, para que este proyecto se convierta en una realidad, requerirá el apoyo de la oposición en el proceso de aprobación.

El Recargo Turístico

Una de las propuestas más destacadas en las ordenanzas fiscales es el aumento del recargo turístico, que se suma a la tasa turística, especialmente en dos casos concretos: los apartamentos turísticos y los cruceros de corta estancia que no superen las 12 horas. Actualmente, la tasa turística asciende a 2,25 euros diarios para pisos turísticos y 3 euros para cruceros de corta estancia. A esta cantidad diaria se suma el recargo, que asciende a 2,75 euros tanto para cruceros de menos de 12 horas como para apartamentos. La propuesta del gobierno es elevar este recargo a 4 euros en ambos casos, lo que generaría un ingreso adicional de 1,8 millones de euros para el ayuntamiento en 2024.

Impacto en los Ingresos Municipales

La fiscalidad turística es una fuente importante de ingresos para Barcelona, con una previsión de 95 millones de euros en 2024, lo que la colocaría en tercer lugar, detrás del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) y las plusvalías. Esta propuesta busca aumentar los ingresos municipales y mitigar los efectos negativos de la afluencia turística, particularmente en los apartamentos turísticos y cruceros de corta estancia.

Terrazas y su Reforma

Aparte de las medidas relacionadas con el turismo, se ha anunciado una reforma en la tasa de terrazas, un tema que ha sido motivo de controversia en Barcelona en los últimos años. En 2019, se revisó la ordenanza de terrazas y se acordó un incremento de las tasas, aunque no se llegó a cobrar debido a la pandemia y se estableció una bonificación del 75%. El gobierno ahora propone suprimir esta bonificación, lo que significa un aumento en los costos para los establecimientos con terrazas.

Nuevo Sistema de Tasas de Terrazas

La tasa de terrazas, sin bonificación, se ajustará a un sistema progresivo en función del número de mesas que tengan los bares. Esto significa que los establecimientos con más mesas pagarán más, mientras que los que tengan menos mesas experimentarán un aumento menos significativo en sus costos. Según el teniente de alcalde Jordi Valls, esta medida se aplicará en función de los porcentajes de mesas que tenga cada establecimiento.

Impacto en los Restaurantes

Esta reforma afectará significativamente a los restaurantes, ya que algunos pagarán hasta tres veces más por el uso de terrazas en comparación con el sistema anterior. Sin embargo, la mayoría de los establecimientos, que poseen de una a cuatro mesas (representando el 65% de los casos), verán un incremento menor, abonando un 68% más de lo que pagaban anteriormente.

El proyecto de presupuesto y las ordenanzas fiscales de Barcelona para 2024 plantean importantes cambios en la fiscalidad turística y en la tasa de terrazas. Estas medidas buscan aumentar los ingresos municipales, particularmente en un contexto en el que el turismo y las terrazas comerciales han sido fuente de controversia. El futuro de estas propuestas dependerá del apoyo que obtengan en el proceso de aprobación, que se inicia en octubre y culmina en diciembre. Estas decisiones tendrán un impacto significativo en la economía y el sector turístico de la ciudad condal.