Poco queda de lo que en sus inicios fue… Puede que de aquel entonces sólo se conserven dos capiteles visigóticos que aún se pueden apreciar en su fachada y una lápida sepulcran en su interior de Guidré II, el que, según la confusa historia de esta parroquia asegura que fue su fundador. Y es que la ausencia de docuementos no permite que se conozca con exactitud su origen.
La lápida de Wifredo II Borrell se encuentra en la sala capitular y a través de ella se ha llegado a la conclusión de que es posible que existiera una comunidad benedictina que desapareción tras el ataque Almazor en el año 985.
A principios del siglo XII, Geribert Guitard y Rodlendis fueron los responsables de la restauración del monasterio, que lo unieron al Monasterio de Sant Cugat en calidad de priorato.
Más restauraciones tuvieron lugar entre los siglos XIX y XX que se centraron en eliminar edificaciones parásitas.
La hoy parroquia de Sant Pau del Camp en su momento fue un monasterio. Y en 1879 fue declarada monumento nacional.
Su riqueza artística y cultural bien merece una visita. Además, a pesar de pasar desapercibida, nos atrevemos a afirmar que se trata de una de las iglesias más encantadoras de Barcelona.